DURACIÓN 75’
Las sesiones de Hatha Yoga constan de cuatro partes bien definidas:
-Unos minutos de parada con reflexión o explicación inicial
-Pranayama (ejercicios respiratorios) 15 min Aprox.
-Asanas (Posturas) 45 min. Aprox.
-Relajación profunda. 10 min. Aprox.
Mediante los asanas suavizamos y corregimos bloqueos energéticos y articulares mientras fortalecemos las estructuras que conforman nuestra postura.
No se trata de llevar al cuerpo a posturas extremas sino de equilibrarlo respetando sus límites, cualquier persona puede practicarlo independientemente de su condición o limitaciones.
Mediante los ejercicios de respiración nos oxigenamos más profundamente, mientras ordenamos nuestro estado emocional, ligado a nuestro patrón respiratorio.
Gracias a la relajación profunda asimilamos la sesión, propiciando un descanso mucho más reparador y disponemos de más energía.
Además, cultivamos una actitud de escucha interna que nos volverá más perceptivos hacia lo que nos beneficie o perjudique en nuestro día a día.
El Hatha Yoga, que puede beneficiar a cualquier persona, facilita un marco personal idóneo para las personas que quieran introducirse en el mundo de la meditación.

DURACIÓN: 40’
En estas sesiones se propone un espacio de recogimiento donde el practicante tenga un tiempo de escucha interior. Para fomentar esa escucha se dará la opción de seguir ciertos movimientos respiratorios y sencillos ejercicios de concentración.
Empezaremos con cinco minutos de acomodamiento del cuerpo para la postura sentados en la que permaneceremos toda la sesión, puede utilizarse una silla si es necesario. Progresivamente los espacios de guía del profesor serán más cortos y los espacios de silencio más extensos.

DURACIÓN: 60’
En esta propuesta empezaremos estirando y acomodando durante unos minutos el cuerpo para adaptarlo a la postura sentada en la que pasaremos el resto de la sesión.
Después realizaremos sencillos ejercicios respiratorios que nos conducirán al silencio. Tras unos minutos centrados en el silencio dirigiremos nuestra atención hacia el sonido recibido y al emitido.
De esta forma usamos la forma del mantra como un medio para concentrar nuestra mente mientras nos beneficiamos de la vibración que dichos sonidos provocan en nuestros cuerpos. Terminaremos con unos minutos de silencio reconociendo y disfrutando el estado propiciado.

DURACIÓN: 75’
Estas sesiones provienen del curso de kundalini Yoga de la escuela Sanatana Dharma. Utilizamos los ejercicios básicos y simplificados para que cualquier persona pueda practicarlos.
Se trata de ejercicios de atención y respiración centrados en los diferentes vórtices energéticos de nuestro cuerpo. Mediante pequeños gestos y visualizaciones se facilita la percepción y concentración en dichos centros energéticos promoviendo su desbloqueo y activación.
La mayoría de los ejercicios se realiza en postura de meditación, aunque puede hacerse en una silla si es necesario.
Se termina con una integración del movimiento producido en dichos centros seguida de unos minutos de relajación profunda.

DURACIÓN: 60’
Las sesiones de Gnana Yoga dan un marco teórico a la práctica del Yoga. Esto clarifica el sentido de cada técnica potenciando su efectividad al tiempo que corrige tópicos o prejuicios que puedan limitar nuestras experiencias.
Con el Gnana Yoga aprendemos a pensar, de forma que la mente no sea una enemiga sino una aliada en nuestra práctica y en nuestra vida en general.
Empezaremos y terminaremos con unos minutos de ejercicios respiratorios para acometer y asimilar la sesión con la mente lo más serena y lúcida posible.

DURACIÓN: DESDE 2 HORAS
Conjunto de herramientas teórico prácticas destinado a profundizar en el conocimiento y la experiencia humana. Combinación de Gnana Yoga, meditación silenciosa y otras técnicas en un equilibrio adecuado para un desarrollo integral óptimo y ameno.
Estos encuentros pueden facilitar y acelerar el proceso de desarrollo, catalizando lo practicado en las clases semanales, comprendiéndolo y experimentándolo a otros niveles.
Estos grupos no sustituyen, pero sí refuerzan la práctica habitual del participante, ya sea por la adquisición de un nuevo conocimiento o por la simple motivación que supone el encuentro.
También se facilitan relaciones entre personas afines y se promueve un espacio regenerativo para la persona; que puede relajarse y reconfortarse en una atmósfera de aceptación y unión.